Servicio de Prevención de Riesgos Laborales
IMAS. C/ Alonso Espejo, 7 – 30007 Murcia
INSTRUCCIONES PARA LA PREVENCIÓN DEL RIESGO BIOLÓGICO
Precauciones estándar
Las precauciones estándar constituyen el primer nivel, y el más importante en la prevención de la transmisión de infecciones, tanto en centros residenciales como hospitalarios o en los cuidados ambulatorios. Corresponde a aquellas precauciones diseñadas para la atención y el cuidado de todos los residentes, independientemente de su diagnóstico o su presunto estado de infección/colonización.
La puesta en marcha de las precauciones estándar es la estrategia fundamental para el éxito de la prevención y el control de la infección relacionada con la asistencia sanitaria (IRAS) y para la prevención de la exposición de los profesionales a riesgos biológicos, tanto en el medio social como hospitalario o ambulatorio.
Las precauciones estándar se aplicarán a:
Sangre y cualquier fluido contaminado con sangre.
Todos los fluidos corporales, secreciones y excreciones, excepto el sudor, independientemente de si contienen o no sangre visible.
Piel no intacta.
Membranas mucosas.
SE BASAN EN LAS SIGUIENTES RECOMENDACIONES:
Higiene de manos.
La higiene de manos (con agua y jabón neutro o antiséptico, o la frotación de manos con productos de base alcohólica) se considera la medida individual más eficaz para reducir/eliminar la transmisión de microorganismos y es un elemento esencial de las precauciones estándar.
La OMS describe los «5 momentos para la higiene de manos» que son:
Antes del contacto con el residente.
Antes de realizar una tarea limpia o aséptica.
Después del riesgo de exposición a fluidos corporales.
Después del contacto con el residente.
Después del contacto con el entorno del residente.
Los preparados de base alcohólica, además de ser más rápidos y eficaces que el lavado de manos con agua y jabón (salvo si las manos están visiblemente sucias o se contaminaron con esporas bacterianas), permiten disponer de una correcta higiene en cualquier punto donde se produzca la interacción entre el residente y el cuidador.
Utiliza de forma preferente productos de base hidroalcohólica para desinfectar tus manos mediante frotación, salvo cuando estén visiblemente sucias. Es más rápido, más eficaz y mejor tolerado por nuestra piel que lavarlas con agua y jabón antiséptico.
Lávate las manos con agua y jabón antiséptico cuando estén visiblemente sucias o manchadas de sangre u otros fluidos corporales.
Uso de guantes.
Los guantes deben utilizarse en las siguientes actividades:
Procedimientos o técnicas sanitarias en los que se produzca contacto con sangre, fluidos corporales y secreciones.
Manipulación de objetos, materiales o superficies contaminados con sangre, fluidos corporales y secreciones.
Curas de heridas y cualquier otro procedimiento invasivo que implique la penetración quirúrgica en tejidos, órganos o cavidades.
Contacto con las mucosas o con piel no íntegra del paciente.
Cuando exista indicación expresa del procedimiento (por ejemplo, en pacientes en estado crítico).
CON CARÁCTER OBLIGATORIO, siempre que el trabajador sanitario presente cortes, heridas o lesiones cutáneas
No es necesario utilizar guantes:
Cambios posturales y traslado de pacientes.
Repartir y recoger comidas.
Cambiar o recoger ropa de cama, salvo que esté manchada con fluidos corporales.
Tomar constantes y realizar exploraciones sobre piel íntegra.
Cambiar goteros o administrar medicación por vía oral.
Realizar exploraciones complementarias: ECG, Rx…
Manipular material limpio.
Aplicar tratamientos de fisioterapia a pacientes sobre piel íntegra.
Se deben usar los guantes con moderación puesto que su uso continuado supone un riesgo de desarrollar dermatitis de contacto por sensibilización a sustancias químicas utilizadas en la vulcanización de guantes de goma o proteínas de látex. Incluso en piel sana el uso prolongado de guantes genera sudoración y maceración de la piel, pudiendo provocar lesiones.
Cuando cambiar los guantes:
Entre acciones y procedimientos distintos realizados en un mismo paciente.
Inmediatamente después de tocar material contaminado.
Al cambiar de paciente.
Siempre que se produzcan salpicaduras, o los guantes en uso se rompan o perforen, es necesario lavarse las manos inmediatamente y ponerse un nuevo par.
Hay que quitarse los guantes inmediatamente después de su uso, desecharlos y realizar higiene de las manos, ya que los pequeños defectos de los guantes pueden permitir la contaminación de éstas.
Los guantes son una medida adicional que no debe reemplazar nunca a la higiene de manos.
Uso de mascarillas, protección respiratoria.
Cuando se vayan a realizar procedimientos y actividades del cuidado del residente que puedan generar salpicaduras o nebulizaciones de sangre, fluidos corporales, secreciones respiratorias o excreciones (curas de heridas, aspiración de secreciones respiratorias, etc.), colocarse mascarilla de tipo quirúrgico, bien ajustada a la superficie facial para proteger las mucosas.
Protección ocular, gafas:
Uso por parte del personal sanitario para la protección de ojos durante los procedimientos que puedan generar salpicaduras de sangre, fluidos corporales, secreciones y excreciones.
Uso de batas y otros elementos de protección.
Ponerse una bata adicional al uniforme para proteger la piel y prevenir el manchado de la ropa durante los procedimientos que puedan generar salpicaduras o nebulizaciones de sangre, fluidos corporales, secreciones o excreciones.
Cambiarse una bata manchada tan rápidamente como sea posible y lavarse las manos para evitar la transmisión de microorganismos a otros residentes o al entorno.
Equipo para el cuidado del residente.
Manipular el equipo del residente manchado con sangre, fluidos corporales, secreciones y excreciones de manera que se evite la exposición de la piel y mucosas, la contaminación de la ropa y la transferencia de microorganismos a otros residentes y al ambiente.
Asegurarse de que el equipo reutilizable no se usa para el cuidado de otro residente hasta que haya sido limpiado, desinfectado o esterilizado, según el uso al que vaya destinado.
Asegurarse de que el material de un solo uso se elimina de la forma adecuada. Los objetos cortantes o punzantes desechables se colocarán en contenedores resistentes a pinchazos, que deben estar situados tan cerca como sea posible del lugar de utilización.
Nunca deben volver a encapucharse las agujas usadas, ni manipularse usando ambas manos o dirigiéndolas hacia cualquier parte del cuerpo. No quitar las agujas usadas de la jeringa con la mano y nunca se deben doblar, romper o manipular.
El equipo desechable se transporta de forma que reduzcamos el riesgo de transmisión.
El material reutilizable que entra en contacto con territorio estéril o el torrente sanguíneo se limpia y esteriliza después de su uso. El material utilizado para otro tipo de cuidados, por ejemplo, que sólo ha tocado piel intacta, se limpia y desinfecta.
Hay que tener especial cuidado al limpiar los instrumentos punzantes y cortantes reutilizables, para evitar las heridas del personal y su exposición a riesgos biológicos.